El libro de Pedro S. Limiñana que tengo el gusto de presentar mediante estas líneas
nos ofrece un completo y perspicaz repaso de la filosofía moral de Ernst Tugendhat, uno
de los verdaderamente grandes representantes del pensamiento filosófico con que
contamos en la actualidad a escala mundial. Nacido en 1930 en la antigua Checoslovaquia, Tugendhat se trasladó con ocho años a Suiza huyendo junto a sus familiares
del nazismo y tres años más tarde, ya con once, volvería a trasladarse en su compañía a Venezuela, donde vivió su primera adolescencia y tuvo ocasión de aprender su
excelente español. Con posterioridad realizó estudios de filología clásica en la Universidad californiana de Standford, regresando por fin a Europa tras la Segunda Guerra Mundial para estudiar filosofía en la Universidad de Friburgo (1949-1956) con
destacados discípulos de Husserl como Eugen Fink o el mismísimo Heidegger, a quien
dedicaría una Habilitationsschrift sobre “El concepto de verdad en Husserl y Heidegger”
sin conseguir al parecer su beneplácito a propósito de las críticas de que era objeto
en ella. Al cabo de sendas estancias como profesor visitante en Ann Arbor, Universidad de Michigan (1966) y Oxford (1969), regentaría desde mediados de esa década
hasta 1975 su cátedra de filosofía en Heidelberg convertido ya en un filósofo analítico, lo que en la Alemania de la época constituía una auténtica rareza. Durante los
años 1975-1980 colaboró en el Instituto Max Planck de Starnberg hasta pasar finalmente a ocupar una nueva cátedra en la Universidad Libre de Berlín (1980-1992), de
la que en la actualidad es profesor emérito y en cuya condición ha viajado frecuentemente a nuestra América, simultaneando su actual residencia en Tübingen con diversas estancias en Universidades latinoamericanas.